jueves, 19 de marzo de 2009

Artículo Más Pasión 7. (y III parte)

Los acólitos de la Hermandad de la Macarena son los entrevistados para la revista Más Pasión 7 de El Correo de Andalucía:

TODA UNA LEGIÓN
Y nunca mejor dicho. Pero no de romanos, que por la idiosincracia de la hermandad podría parecerlo. La formación del cuerpo de acólitos de la Macarena es reciente. Antiguamente eran hermanos que aparecían sólo para la Madrugá y, entre los jóvenes, se les llamaban “de sangre azul”.

Desde su origen, hace trece años, este colectivo ha sido el que mayor crecimiento ha experimentado en Sevilla. 43 acólitos es el último recuento hecho por Juan José Morillas, pertiguero del paso del Señor de la Sentencia y responsable del cuerpo. Sin embargo, durante toda su historia, este grupo de jóvenes macarenos ha llegado a rozar la media docena, e incluso superarla. “Salir en la Madrugá es un premio que se le otorga a la persona que haya realizado un trabajo constante durante todo el año. Se trata de una evaluación continua los doce meses del año, no sólo con la asistencia a los cultos, que puede ser un hecho puntual, sino colaborando en todo lo que requiera la hermandad. Es bonito y positivo a la vez porque tanto trabajo tiene su recompensa”. Y como la Juventud siempre ha sido el área de la hermandad que más miembros ha aportado al cuerpo, su gran actividad –limpiar plata, asistir al comedor, formar a los más pequeños o participar en la lectura de la liturgia– ha sido una vía para que esa trayectoria culmine con pasar debajo del arco junto a la Esperanza o al Señor de la Sentencia.

Cada hermandad tiene su propia fórmula para asignar los puestos de los acólitos a las personas adecuadas y cada vez son menos las que los asignan, digamos, al azar. Porque está claro que este premio –que lleva aparejado cargar durante horas con ciriales, incensarios o navetas y unos ropajes de otros tantos kilos– es para quien se lo trabaja. Pero gracias a este boom las hermandades tienen garantizada una buena cantera.






0 comentarios: