martes, 19 de octubre de 2010

Las Angustias realizarán el Belén Municipal.

El Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Real ya ha hecho público a través de la Concejalía de Festejos y Tradiciones Populares quien realizará el Belén Municipal que todos los años se monta en el Centro Cultural Municipal Antiguo Casino, este año será la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias que procesiona la tarde del Viernes Santo.


www.ciudadrealcofrade.es

viernes, 15 de octubre de 2010

Convocado el Concurso de Belens 2010.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, la Concejalía de Festejos y Tradiciones Populares del Ayuntamiento de Ciudad Real ha convocado ya el tradicional concurso de Belenes, en el que como todos los años, se establecen cuatro modalidades de participación: Centros Escolares (públicos y concertados), entidades y asociaciones, particulares y comercios de la localidad. El plazo para las inscripciones, que deberán efectuarse por escrito, según modelo de la Concejalía de Festejos, finalizará el 26 de noviembre.

El jurado que visitará uno por uno todos los belenes participantes, puntuará y valorará las siguientes características: materiales usados, originalidad en el diseño del conjunto y colocación de las figuras, fidelidad a los pasajes bíblicos e históricos, tamaño, calidad y estado de conservación de las figuras, calidad en el tipo de iluminación (luna, estrellas, hogueras, cuevas, efectos noche y día), elementos en movimiento (noria, molinos, campanas etc.), agua natural en fuentes, lagos y ríos, ornamentación y vegetación natural, paisaje corpóreo (árboles, plantas, rocas, piedras, senderos, caminos, colorido y entonación de las montañas) y música y efectos especiales, como elementos a puntuar en la mayoría de las categorías, aunque en el caso de los belenes de escaparates de comercios, sólo se tendrán en cuenta los materiales usados, la originalidad en el diseño, la colocación de las figuras y el tamaño y calidad de las mismas.

Por otra parte, en el caso de los belenes escolares, los colegios podrán concursar en las modalidades de belén tradicional y belén de manualidades, permitiéndose y valorándose, en esta modalidad, el empleo de cualquier técnica manual para la confección de las figuras y otros elementos ornamentales.

Las bases recogen igualmente, que el jurado visitará los belenes a concurso, la mañana de los días 27 y 28 de diciembre, y aquellos que no estén durante estos días para poder ser vistos por los componentes del jurado, quedarán descalificados y por lo tanto fuera de concurso

Los premios están dotados con trofeos cuantías iguales para todas las modalidades; 530 euros para el primero, 360 euros el segundo y 180 euros para el tercero. La entrega de premios será como siempre, el 6 de enero.

http://www.ciudadreal.es/

lunes, 4 de octubre de 2010

Hoy es San Francisco de Asis.

Hoy 4 de octubre se celebra la onomástica de San Francisco de Asis, patrón de los Belenistas.


Francisco de Asís (en italiano Francesco d’Assisi) (* Asís, 5 de julio de 1182[1] – † ibídem, 3 de octubre de 1226)[2] fue un santo italiano, diácono, fundador de la Orden Franciscana y de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas, ambas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia Católica en la Edad Media, al contrario de otras hermandades —como los cátaros— que fueron consideradas herejes. De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de musulmanes al cristianismo.

Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera. Tal forma de vivir no fue aceptada por algunos de los nuevos miembros de la orden mientras ésta crecía; aun así, Francisco no fue reticente a una reorganización. Es el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas.[5] Fue canonizado por la Iglesia Católica en 1228, y su festividad se celebra el 4 de octubre.[3] [4] Es conocido también como il poverello d'Assisi («el pobrecillo de Asís», en italiano).

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Mas info aqui (wikipedia)


La Navidad según san Francisco de Asís

(Fratefrancesco.org) Sucedió en Rivotorto, en el año 1209. El 25 de diciembre de ese año cayó en viernes y los hermanos, en su ignorancia, se preguntaban si había que ayunar o no. Entonces fray Morico, uno de los primeros compañeros, se lo planteó a San Francisco y obtuvo esta respuesta: "Pecas llamando 'día de Venus' (eso significa la palabra viernes) al día en que nos ha nacido el Niño. Ese día hasta las paredes deberían comer carne; y, si no pueden, habría que untarlas por fuera con ella".


La devoción de San Francisco por la fiesta de la Natividad de Cristo le venía, pues, ya desde los comienzos de su conversión, y era tan grande que solía decir: "Si pudiera hablar con el emperador Federico II, le suplicaría que firmase un decreto obligando a todas las autoridades de las ciudades y a los señores de los castillos y villas a hacer que en Navidad todos sus súbditos echaran trigo y otras semillas por los caminos, para que, en un día tan especial, todas las aves tuvieran algo que comer. Y también pediría, por respeto al Hijo de Dios, reclinado por su Madre en un pesebre, entre la mula y el buey, que se obligaran esa noche a dar abundante pienso a nuestros hermanos bueyes y asnos. Por último, rogaría que todos los pobres fuesen saciados por los ricos esa noche".


Su devoción era mayor que por las demás fiestas pues decía que, si bien la salvación la realizó el Señor en otras solemnidades –Semana Santa/Pascua–, ésta ya empezó con su nacimiento.
Entre los salmos del Oficio de la Pasión, compuestos por el santo para su devoción personal hay también uno para el tiempo de Navidad, que dice así:


"Aclamad a Dios, nuestra fuerza (Sal 80, 2),
Señor Dios vivo y verdadero, con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra (Sal 46, 2-3).
Porque el Santísimo Padre del cielo, nuestro rey desde siempre (Ver Sal 72, 13),
envió a su amado Hijo desde lo alto y nació de la bienaventurada Virgen Santa María.
Él me invocará: "Tú eres mi Padre"; y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra (Sal 88, 27-28) .
De día el Señor me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida (Sal 41, 9).
Este es el día en que actuó el Señor;
sea nuestra alegría y nuestro gozo (Sal 117, 24).
Porque se nos ha dado un niño santo y amado,
y nació por nosotros (Is 9, 5) fuera de casa,
y fue colocado en un pesebre, porque no había sitio en la posada (Lc 2, 7).
Gloria al Señor Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad (Ver Lc 2, 14).
Alégrese el cielo y goce la tierra, retumbe el mar y cuanto contiene;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos (Sal 95, 11-12).
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra (Sal 95, 1).
Porque grande es el Señor, y muy digno de alabanza,
terrible sobre todos los dioses (Sal 95, 4).
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor (Sal 95, 7-8).
Tomad vuestros cuerpos y cargad con su santa cruz,
y seguid hasta el fin sus santísimos preceptos (Ver Rm 12, 1; Lc 14, 27; 1Pe 2, 21).


Sin embargo, lo más conocido de san Francisco con relación al nacimiento del Redentor fue la celebración de la nochebuena que escenificó en una cueva del monte, cerca del castillo de Greccio. He aquí el relato del episodio, contado por el primer biógrafo del santo:


1Celano, 84. La suprema aspiración de Francisco, su más vivo deseo y su más elevado propósito, era observar en todo y siempre el santo Evangelio (120) y seguir la doctrina de nuestro Señor Jesucristo y sus pasos con suma atención, con todo cuidado, con todo el anhelo de su mente, con todo el fervor de su corazón. En asidua meditación recordaba sus palabras y con agudísima consideración repasaba sus obras. Tenía tan presente en su memoria la humildad de la encarnación y la caridad de la pasión, que difícilmente quería pensar en otra cosa.

Digno de recuerdo y de celebrarlo con piadosa memoria es lo que hizo tres años antes de su gloriosa muerte, cerca de Greccio, el día de la natividad de nuestro Señor Jesucristo. Vivía en aquella comarca un hombre, de nombre Juan, de buena fama y de mejor tenor de vida, a quien el bienaventurado Francisco amaba con amor singular, pues, siendo de noble familia y muy honorable (121), despreciaba la nobleza de la sangre y aspiraba a la nobleza del espíritu. Unos quince días antes de la navidad del Señor, el bienaventurado Francisco le llamó, como solía hacerlo con frecuencia, y le dijo: «Si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo celebrar la memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos (122) lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno». En oyendo esto el hombre bueno y fiel, corrió presto y preparó en el lugar señalado cuanto el Santo le había indicado.


85. Llegó el día, día de alegría, de exultación. Se citó a hermanos de muchos lugares; hombres y mujeres de la comarca, rebosando de gozo, prepararon, según sus posibilidades, cirios y teas para iluminar aquella noche que, con su estrella centelleante, iluminó todos los días y años. Llegó, en fin, el santo de Dios y, viendo que todas las cosas estaban dispuestas, las contempló y se alegró. Se prepara el pesebre, se trae el heno y se colocan el buey y el asno. Allí la simplicidad recibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad, y Greccio se convierte en una nueva Belén. La noche resplandece como el día, noche placentera para los hombres y para los animales. Llega la gente, y, ante el nuevo misterio, saborean nuevos gozos. La selva resuena de voces y las rocas responden a los himnos de júbilo. Cantan los hermanos las alabanzas del Señor y toda la noche transcurre entre cantos de alegría. El santo de Dios está de pie ante el pesebre, desbordándose en suspiros, traspasado de piedad, derretido en inefable gozo. Se celebra el rito solemne de la misa sobre el pesebre (123) y el sacerdote goza de singular consolación.


86. El santo de Dios viste los ornamentos de diácono (124), pues lo era, y con voz sonora canta el santo evangelio. Su voz potente y dulce, su voz clara y bien timbrada, invita a todos a los premios supremos. Luego predica al pueblo que asiste, y tanto al hablar del nacimiento del Rey pobre como de la pequeña ciudad de Belén dice palabras que vierten miel. Muchas veces, al querer mencionar a Cristo Jesús, encendido en amor, le dice «el Niño de Bethleem», y, pronunciando «Bethleem» como oveja que bala, su boca se llena de voz; más aún, de tierna afección. Cuando le llamaba «niño de Bethleem» o «Jesús», se pasaba la lengua por los labios como si gustara y saboreara en su paladar la dulzura de estas palabras.


Se multiplicaban allí los dones del Omnipotente; un varón virtuoso (125) tiene una admirable visión. Había un niño que, exánime, estaba recostado en el pesebre; se acerca el santo de Dios y lo despierta como de un sopor de sueño. No carece esta visión de sentido (126), puesto que el niño Jesús, sepultado en el olvido en muchos corazones, resucitó por su gracia, por medio de su siervo Francisco, y su imagen quedó grabada en los corazones enamorados. Terminada la solemne vigilia, todos retornaron a su casa colmados de alegría.


87. Se conserva el heno colocado sobre el pesebre, para que, como el Señor multiplicó su santa misericordia, por su medio se curen jumentos y otros animales. Y así sucedió en efecto: muchos animales de la región circunvecina que sufrían diversas enfermedades, comiendo de este heno, curaron de sus dolencias. Más aún, mujeres con partos largos y dolorosos, colocando encima de ellas un poco de heno, dan a luz felizmente. Y lo mismo acaece con personas de ambos sexos: con tal medio obtienen la curación de diversos males.


El lugar del pesebre fue luego consagrado en templo del Señor (127): en honor del beatísimo padre Francisco se construyó sobre el pesebre un altar y se dedicó una iglesia, para que, donde en otro tiempo los animales pacieron el pienso de paja, allí coman los hombres de continuo, para salud de su alma y de su cuerpo, la carne del Cordero inmaculado e incontaminado, Jesucristo, Señor nuestro, quien se nos dio a sí mismo con sumo e inefable amor y que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo y es Dios eternamente glorioso por todos los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Aleluya.

El Belén Bancaja, este año, en Alcoy.

La ciudad de Alcoy es la localidad donde se va a instalar este año el Gran Belén de Bancaja. Este "Belén multimedia" de grandes dimensiones se podrá visitar desde el día 26 de noviembre hasta el 9 de enero, en la Plaza de Dins de la ciudad alicantina.

El Gran Belén de Bancaja es una iniciativa de la Comisión Fiesta de Reyes de Bancaja. Fue expuesto por primera vez en Valencia en el año 1996, y posteriomente ha visitado Alicante, Segorbe (Castellón), Madrid, Barcelona, Castellón, Mallorca, Albacete, Canarias, Sevilla, Tarragona y Elche. Incluye más de 1.200 figuras, realizadas expresamente para este belén por el artesano José Luis Mayo, además de un sistema de luz y sonido con una banda sonora que narra los hechos del Belén al visitante conforme lo recorre.

Recomendamos una vez más visitar el trabajo Guía del Belén Bancaja, que recoge los artículos escritos por Eugeni Barandalla para el Foro de Belenismo en los que describe con detalle las diferentes partes de este belén, apoyándose en numerosas fotografías del mismo:

Guía del Belén Bancaja


Fuente: www.belenismo.net